MÁS QUE UN DÍA

Sara, la soñadora, devoraba libros desde siempre, ese era su refugio, su lugar secreto, ahora con gafas de leer como ella decía, pero para sus adentros pensaba “ya está me estoy haciendo vieja”. 

Estaba sentada en una sala semi oscura,  las cortinas solo dejaban entrever unos pocos rayos de luz que daban algo de vida a una habitación azul un poco deslavazada. 

Leía casi compulsivamente, sobre todo historias románticas que le sacaban de su soledad y le daban esperanza de que podía conseguir algo mejor. ¿Mejor? Rafa era lo único y mejor que tenía pensaba, un hombre alto y huesudo no sin falta de sex-appeal, un poco rudo pero fiel a sus convicciones y sobre todo a ella .

Trabajador, siempre pergeñando mil historias pero sobre todo le gustaba mucho trabajar con las manos. Siempre que podía hacia alguna cosa nueva e increíble  con esos  brazos tan fibrados… ahora que lo pensaba era relajante incluso erotizante verle trabajar en un mueble innecesario. Esas manos y esos brazos siempre le dibujaban una sonrisa. 

_Renata Brzozowska___-_-.✿Open ArtGroup__✿.

Somos modernos pensó Sara,   las tradiciones no son lo nuestro pero hoy era nuestro aniversario y se podía haber acordado si me quiere tanto como dice claro ... Los hombres son así llevan la mentira en su ADN y olvidar las fechas importantes, qué le vamos a hacer, por lo menos no ronca se dijo.

Sara siguió pensando, se preparó un té con una "nube de leche", reminiscencias de sus años en Londres.  Cuanto más pensaba más se daba cuenta de la suerte que tenía. No sólo es que no estuviera sola, sino que tenía un compañero que a veces 
 la sorprendía. 

Empezó a ponerse nerviosa incluso un poco enfadada consigo misma. Desde que conoció a Rafa lo tenía siempre cerca, en raras ocasiones se habían separado. Quizás por esa cercanía, esa costumbre,  no lo había visto o simplemente miraba demasiado arriba y sus ojos nunca se encontraban.  Un poco de autocrítica era absolutamente necesario y ella se la aplicaba a menudo. 

Ahora sí, 
estaba presente, lo tenía allí mismo en frente de ella  y con un gran ramo de flores silvestres muy coloridas,¡Sus preferidas!  

Sara dio un respingo y él simplemente sonrió.
 - Felicidades amor-

_✿_Open ArtGroup__✿

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Foto de Antonella Guadagnoli

Dícese de la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, de la habilidad para saber manejarlos.

En los últimos tiempos me están entrando ganas de abrir un apartado especial de "aludidos", para que cierta gente se "despache a gusto". Me agotan las explicaciones, mucho más si el interlocutor no quiere entender, en ese caso abandono, sin excepciones.

No se entiende que lo que aquí escribo es parte de verdad trufada con ficción, invención absolutamente de mi propia cosecha. 

¿Y porqué digo esto? pues aunque sea  para no creer, resulta que tengo a un sector, mayoritariamente masculino, profundamente cabreado y me vais a perdonar si no lo expreso de otra forma porque  no la hay.

Inquietante mirada de Malkovich de  FilmmakerIQ.com

No todos los artículos (o lo que quiera que sea esto) tienen el mismo tono, sería muy aburrido y eso es lo último que pretendo, aburrir a la gente y principalmente a mi misma. 

Si un día me pongo intensa o me aflora la pasión, (cosa muy frecuente por otra parte) no quiere decir que vaya por ti mi amor, o por ti mi querida amiga. Que esté pensando en el fornicio indiscriminado o que me vaya a retirar a vivir en profundidad mi castidad y pureza.

Con mis amigas no tengo tantos problemas, sea cual fuere su "condición sexual" termino este que no me acaba de gustar.

Si les digo un piropo, (cosa que hago mucho por cierto) o ensalzo alguna de sus virtudes, no piensan, yo creo que ni se les pasa por la cabeza que me vaya a lanzar encima de ellas enfebrecida de entusiasmo y fogosidad o viceversa. -Me río yo sola mientras imagino la escena-  :-) 

Pintura de Jeetendra Pal

Pues con "ellos" sí me pasa, mire usted, por mucho que digan que si generalizamos que si tal que si cual. Yo personalmente me sigo entendiendo mucho mejor con las mujeres, y me da igual lo que me vayáis a decir después o que me pongáis verde. Entendemos mucho más y mejor, y sobre todo somos más dulces, más  comprensivas, sabemos dar y recibir afecto  en cantidad y calidad, hablamos de lo que sentimos la mayoría de las veces sin hacer drama o  misterio,  y sobre todo somos menos  dadas a la intolerancia y agresividad, aunque sólo sea verbal. Dicho esto, creo que esta noche voy a dormir bastante mejor de lo habitual...